domingo, 4 de marzo de 2018

¡Todas a la Huelga!



La primera huelga feminista de la historia tuvo lugar en Islandia, el 24 de octubre de 1975.  En aquella época, en España,  terminaba la dictadura que había relegado a la mujer de nuevo a la trastienda de la vida, al papel de ama de casa, después de los ilusionantes avances de la II República, años en los que se había conseguido el voto femenino, se reguló el acceso de las mujeres a cargos públicos, y se avanzó considerablemente en derechos para la mujer.  Terminaba la dictadura después de 40 años de parada cardiorespiratoria de nuestro estado, de nuestro progreso y de nuestro desarrollo social.  Se inició entonces la reconstrucción de las ideas básicas que articulan cualquier sociedad moderna, y comenzaron encendidos debates sociales que por obvios, resultaban desesperantes.  Se llegó incluso a hacer un referéndum para aprobar o desestimar un estado de derecho democrático.  Se llevó a referéndum la ratificación de la actual Constitución Española, que borraba de un plumazo todas las faltas de libertades alimentadas durante décadas, entre ellas la espeluznante situación de la mujer, consagrando en el papel al menos, la igualdad para todos y todas las ciudadanas. 

En las siguientes cuatro décadas de democracia la mujer ha ido poco a poco conquistando libertades, no sin la absurda resistencia del más rancio conservadurismo:  ley del aborto, ley de divorcio, más autocontrol sobre su cuerpo y su sexualidad, acceso a los anticonceptivos, acceso a la formación universitaria y al trabajo, y con ello a la independencia económica. Tan lentamente, que aún llegamos al Siglo XXI en pañales, y lo recorremos desde hace ya casi 20 años sin protección adecuada frente a la imparable violencia machista, sin una regulación de derechos laborales que fomenten la equidad en las responsabilidades que exige la vida privada familiar, como es el cuidado de los hijos y de las personas mayores; sin que se nos caiga la cara de vergüenza al comprobar los datos estadísticos que nos hablan de la brecha salarial y el desigual reparto de los cargos de responsabilidad que ocupan hombres y mujeres tanto en lo público como en lo privado; sin implantar en la educación pública una contundente orientación hacia la igualdad; sin recuperar la memoria histórica de las mujeres, de todas las olvidadas de la Historia. Y podríamos afirmar que seguimos sin derribar el andamio sobre el cual se han construido todas las desigualdades en este país.

Las mujeres somos las productoras de vida, y las que sostenemos un sistema que se alimenta de la gratuidad de cuantos trabajos realizamos en el hogar y las familias, algo de lo que se nos responsabiliza por sexo, por obligación de género, condenándonos a la desigualdad y con ella a la vulnerabilidad.

La primera huelga feminista del mundo paralizó Islandia, fue seguida por el 90% de mujeres y abrió los ojos de muchos hombres. Hoy en día es el mejor país para ser mujer.  España no es el peor, pero seguimos suspendiendo en igualdad y ni siquiera podemos decir que progresamos adecuadamente.  A nuestros responsables políticos no les parece urgente aplicarse en remover los cimientos que generan desigualdad.  Ni en España ni en cientos de países en donde ser mujer es una condición con la que partimos en clara desventaja.

Es por ello que el movimiento feminista mundial "Paro Internacional de Mujeres" ha organizado una huelga para este 8 de marzo, que seguirán más 100 países, entre ellos España,  para decir "Basta ya!, aplíquense en progresar, que las mujeres no queremos esperar más".

Mientras tanto, nuestro gobierno y su partido nos acusa de ser elitistas, haciendo un nuevo ejercicio de su acostumbrado cinismo.  No, señores, luchamos precisamente por un mundo sin elitismos, por un mundo más justo, más limpio, más humanizado.



  El 8 de marzo, ¡Todas a la huelga!
Si Nosotras paramos, se para el mundo

   Brindemos por las locas, por las inadaptadas
por las rebeldes, por las alborotadoras,
por las que no encajan,
por las que ven las cosas de una manera diferente.
No les gustan las reglas y no respetan el status-quo.
Las puedes citar, no estar de acuerdo con ellas,
glorificarlas o vilipendiarlas.
Pero lo que no puedes hacer es ignorarlas.
Porque cambian las cosas.

Empujan adelante la raza humana.
Mientras algunos las vean como locas,
nosotras vemos el genio.
Porque las mujeres que se creen tan locas
como para pensar que pueden cambiar el mundo son las que lo hacen."
Jack Kerouac —

lunes, 12 de febrero de 2018

Día de SIN Valentín



A las mujeres nos enseñaron que el amor era desertar de nosotras mismas, que implicaba sacrificio y entrega absoluta.  Nos enseñaron que debíamos amar desde la sumisión, desde el constante esfuerzo por gustar al otro, a valorarnos desde la mirada de quien amamos y afirma amarnos.  Nos enseñaron que el amor lo aguanta todo, que lo trasciende todo, que incluso va más allá de la vida. Nos enseñaron a dejar de ser, a diluirnos…, a dejar de existir para empezar a ser una prolongación de otros: de nuestros padres, de nuestros hijos, de nuestra pareja.  A atender demandas inagotables, carencias y necesidades que no eran nuestras, a estar ahí siempre, a no necesitarnos.  A no pedir. A perder de vista quiénes somos, qué deseamos, qué buscamos…

Nos enseñaron que el sentido de nuestra vida era ser madres y esposas,  más allá de cualquier otra cosa.

Hay una cita de Simone de Beauvoir  muy clarificadora:
“El día que una mujer pueda amar no desde su debilidad, sino desde su fortaleza, no escapar de sí misma, sino encontrarse, no humillarse, sino afirmarse. Ese día el amor será para ella fuente de vida y no un peligro mortal”.

Nos enseñaron todo lo contrario.  Y para muchas mujeres el amor se convirtió en una trampa mortal, en una jaula dorada o en un enfangado suelo. Sin salida, Sin retroceso.  

Toda la herencia cultural con la que hemos sido educadas durante siglos de civilización judeocristiana ha estado orientada a crearnos para otros.  Esto, que necesita de una enorme fortaleza, ha sido sin embargo enmascarado en la creencia de que éramos el sexo débil, tan débil, que necesitábamos de un varón que nos protegiera, que nos amara y nos otorgara un lugar en el mundo, en su mundo:  para ser compañera en su trayectoria vital, para ser madre de sus hijos: parirlos, alimentarlos, cuidarlos, amarlos…
  
Todos nuestros referentes femeninos, heroínas de otras épocas que han dado todo por amor, fueron nuestras abuelas, nuestras madres. A ellas les aplaudieron su total entrega.  Y sin embargo tan silenciadas. No fueron a la universidad por amor a sus hermanos varones, que eran los que debían adquirir recursos personales para triunfar en el mundo;  no lucharon por una carrera profesional por amor a sus maridos, quienes eran los que debían pelear por ascender en sus carreras, mientras ellas les facilitaban el camino;  no atendieron sus inquietudes por amor a sus hijos e hijas, que debían sobrevivir bajo sus únicos cuidados. Todo a cambio de ellas mismas, de sus deseos, de sus necesidades, de sus inquietudes, de apagar muchas de sus potencialidades. Con el tiempo, sin embargo, nos otorgamos la licencia de tener aspiraciones y trabajos remunerados, siempre y cuando pudiéramos conciliarlos con el resto de obligaciones que el amor nos exigía. Solas, nuestras obligaciones…

Un amor hecho a la medida de quien gobernaba el mundo y pretendía gobernarlo para siempre…

Otra cita maravillosa, de Kate Millet:
“El amor ha sido el opio para las mujeres, como la religión de las masas.  Mientras nosotras amábamos, ellos gobernaban.  Tal vez no se trate de que el amor en sí sea malo, sino de la manera en la que se empleó para engatusar a la mujer y hacerla dependiente en todos los sentidos. Entre seres libres es otra cosa”.   

Vamos a celebrar el día de Sin Valentín.  El día en que anteponemos nuestro amor propio, nuestra dignidad, nuestro autocuidado y autorespeto frente a todas las necesidades ajenas. El día en el que nos planteamos, nos sentimos y nos vivimos como seres independientes, capacitadas para atravesar la vida sin la asfixiante necesidad de amar y ser amada, eligiendo libremente a quién, cómo, con qué limites, y de qué manera amamos a los demás.  Desde la completa libertad que nos permite dirigir nuestros pasos desde el presente hacia el futuro, tomando conciencia de nuestros deseos, nuestras necesidades, nuestras inquietudes.  Desde esa libertad que nos permite sabernos fuertes, no débiles; inteligentes, capaces de intervenir en el mundo que habitamos, sabiendo que tenemos derecho a moldearlo sin abandonarnos, sin diluirnos.  Activamente, no siendo para nadie, sino soberanas de nosotras mismas: de nuestro cuerpo, de nuestro tiempo, de nuestros días. Generosamente, amando sin que eso signifique dejar de ser, dejar de existir más allá de quiénes somos para otros.

En Sin Valentín, celebramos el amor propio, el amor más grande de nuestra vida. Con compañeros o compañeras de viaje que caminan a nuestro lado, no delante. Que valoran cada parte de nosotras y cada segundo de nuestro tiempo,  aceptándonos tal y como somos.  Compañeros o compañeras que han abandonado la manera insana de relacionarse desde la explotación, y que alientan nuestro estar en el mundo de igual a igual.

Sin conformarnos con menos…

Mar Tornero.
Comisión Comunicación PIM

martes, 30 de enero de 2018

Patente Feminista

PATENTE FEMINISTA




SR. PEREZ-REVERTE, LE INVITAMOS A REFLEXIONAR EN SILENCIO COMO ACTO DE RESPONSABILIDAD 


LAS MUJERES CARTAGENERAS SE HAN CANSADO DE ESTAR CALLADITAS

NO QUEREMOS ESTAR MAS GUAPAS 


Leyendo al Sr. “Patente de Corso” una se pregunta qué mecanismos tiene la mente humana para retorcer la realidad, sobre todo si se trata de una realidad trágica, y uno no quiere enfrentarla porque le toca el ego de corsario y de género. 



Recomendamos leer al Sr. Patente de Corso antes de continuar leyéndonos a nosotras:  https://www.zendalibros.com/la-profesora-osaka/

Ahora sí vamos a hablar nosotras del artículo del Sr. “Patente de Corso”. En el mismo narra la historia de una profesora de universidad que analiza los cuentos de Disney desde una perspectiva diferente a la tontuna esa del Príncipe Salvador y la Princesa Apuros.  Un análisis que desconocemos, no sabemos si real o imaginario, si ha hecho de nuevo un ejercicio de imaginación como en sus novelas de aventuras o se trata de un análisis real, al que al menos habría que darle la oportunidad de tomar en serio.  En cualquier caso, no podemos entrar a valorarlo porque el Sr. Patente de Corso se dedica a mofarse del mismo sin darnos más detalles que los que entraron en la cabeza de su Manolo, el protagonista principal.

El caso es que la película que se monta en su artículo el tan renombrado escritor de aventuras es de traca.  Derrochando esa especie de ironía que en algún momento de su carrera fue inteligente y hasta hacía gracia, podemos comprobar que no se entera de varias cosas.

No sabe este señor, (que se lo explique alguien, por favor), que han sido y son millones las mujeres que a media noche han sido despertadas por sus maridos con ganas de juerga: que si un besito por aquí, que si un roce por allá, que si mira cómo me tienes…, y las pobres millones de mujeres:  que me dejes en paz, que quiero dormir.  Y los manolos de toda la vida, venga, si sé que te gusta.

Abuelas, tatarabuelas, bisabuelas, bisbisabuelas…, y hasta el infinito y más allá.  Cuántas historias podrían haber contado las mujeres de nuestra humanidad sobre el desagradable momento en el que estás plácidamente durmiendo y al tío de al lado se le ocurre que como anda desvelado y la energía se le ha ido a la entrepierna, se acabó el sueño plácido y a soportar 60, 70, 80, 90, 100 kg o,  los que sean,  encima de tu tranquilidad.

Siento que se entere que no todos los polvos que ha echado han sido bien recibidos, aunque le hayan puesto carita de “bueno, venga, va”.  Eso lo saben todas las mujeres del mundo mundial.

Pero lo grave es que no se entere que media humanidad ha estado abusando sexualmente de la otra media humanidad cuando le ha salido del pito;  que muchas son, afortunadamente, las “Princesas” que han dicho: “basta ya, mira que no, que te la casques contra el muro, por muy guapo y esbelto que seas, y por muy dura que se te haya puesto”.

Y aún peor, no se entera, que a día de hoy, hay una parte importante de especímenes de su género que no les basta un “mira que no”, sino que siguen y siguen, y que si no lo consiguen, siguen y siguen, y que si aun así siguen sin conseguirlo, utilizan la violencia.

Y para rematar, increíblemente ignorante parece el Sr. Patente de Corso, es que vivimos en la cultura de la violación y la violencia, especialmente ejercida contra las mujeres y las niñas. Y a él no le despeina el flequillo ni le resta un ápice de esa chulería pasada de moda para hablar en ese tono de algo que viene siendo un drama para las mujeres: el abuso sexual, la utilización de sus cuerpos, la educación estupidizante…

No le vamos a pedir a este ilustre cartagenero que comprenda y empatice con esto, pero haría un enorme favor a la humanidad si dejara de mofarse de lo que viene siendo una tragedia para esta parte de la humanidad, a la que nos quisieron dibujar como princesitas indefensas necesitadas de un príncipe besucón.
Es un hecho, inteligentemente analizado, que los cuentos de príncipes y princesas con los que han educado a nuestras actuales sociedades occidentales son una milonga, estafa, culturalmente intencionados, y que han provocado todo tipo de distorsiones de la realidad en cuanto a ser persona, ya seas hombre o mujer, tanto en ellos como en ellas.  Si no quiere verlo, que no lo vea, pero al menos que se informe y no hable de ello como si las mujeres estudiosas de tal asunto fueran unas locas, y los pobres manolos, unas víctimas.

Para finalizar le dejamos unas palabras de una mujer vecina de su ciudad natal, la trimilenaria Cartagena. Mujer a la que seguramente usted consideraría inculta, mema, patana, y hasta femininzi. Solo lo hacemos por si algún día usted se anima a sustituir sus gafas, esas con las que tanto mira al pasado, por otras nuevas que le permitan tener visión de futuro

“En mis años de estudiante no conseguí que me gustase la historia, porque siempre fui una soñadora; me gustaba imaginar el futuro, y no le veía mucho sentido a perder el tiempo en saber cosas que ya habían sucedido hace mucho tiempo. Crecí. Y me di cuenta de que la historia es importante, y tan importante! Porque de ella podemos extraer todo aquello que nos ha traído hasta donde estamos. Pero el crecimiento no apago mis sueños, seguí, y sigo, soñando con un mundo mejor, con aprender de los errores pasados, con evolucionar y deshacernos de todos aquellos comportamientos humanos que organizaron el mundo sin tener en cuenta a las personas, incluidas las mujeres como tal, sin los cimientos de un mundo feliz. Claro, que yo solo soy una Manola feminista que quiere conocer la historia para cambiar el rumbo, para que el devenir de la humanidad nos convierta en seres verdaderamente libres y felices”.

Manola

Y por cierto, ya está usted mayor para decir tantas tonterías, Sr. Patente de Corso.


viernes, 26 de enero de 2018

Comunicado sobre Gestación por Sustitución

El pasado miércoles conocíamos la noticia de que tras dos tardes consecutivas de debate, el Círculo Feminismos de Podemos Región de Murcia, publicaba sus conclusiones sobre la posibilidad de regularizar la llamada Gestación Subrogada. El texto concluye que: “la Asamblea decidió de forma mayoritaria apostar por una posición de Gestación por Sustitución altruista y garantista”.

Desde PIM pensamos que no se pueden cerrar este tipo de debates en falso. Pedimos a los partidos políticos que escuchen a los colectivos feministas que llevamos mucho tiempo trabajando sobre un tema con tantos matices como este. El debate sobre la GxS es un debate feminista puesto que las mujeres somos las únicas que podemos quedarnos embarazadas.  Somos las mujeres,  y lo que está en juego es la mercantilización de nuestro cuerpo.

Los términos en los que se están cerrando las propuestas de leyes son absolutamente contradictorios, se basan en el altruismo para a continuación hablar de compensaciones económicas y seguros millonarios.

La libertad de la mujer gestante estará sometida a los compromisos, obligaciones y deberes de un contrato, es decir, durante 9 meses se suspenderán nuestros derechos y libertades.

Esto sin contar con el gran negocio que existe en torno a la GxS y que no podemos obviar si no queremos caer nuevamente en un simplismo que como siempre afectará a los derechos humanos de las mujeres, que son irrenunciables. Estamos hablando de miles de millones en juego en un mundo donde EL QUE PAGA, MANDA.

Por todo esto, pensamos que debemos ampliar y continuar con el debate, pero sobre todo, exigir que se nos incluya en la toma decisiones. Nunca más leyes para las mujeres sin las mujeres.  

La Homofobia en el Tribunal de Derechos Humanos


La Homofobia en el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.
Por Mar Tornero
Ayer saltaba a la prensa la lamentable noticia de la elección de la jueza María Elósegui como nuevo miembro español del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, habiendo sido ésta una de las propuestas del Gobierno de España.
Entre sus muchas declaraciones en libros, artículos y entrevistas, esta jueza y catedrática de Filosofía del Derecho, ha lanzado claras y contundentes opiniones homófobas y transfóbicas que no pueden dejarnos indiferentes.  
Estas son algunas de sus perlas más destacadas:
"Numerosos estudios sobre la conducta homosexual, que como se sabe es mucho más compulsiva y lleva, a pesar de la gran necesidad afectiva de estas personas, a tener un elevado número de parejas".
"Quienes construyan y realicen su comportamiento sexual de acuerdo a su sexo biológico desarrollarán una conducta equilibrada y sana, y quienes se empeñen en ir contra su biología desarrollarán distintas patologías".
"El derecho civil es bastante crudo. Le interesa los efectos patrimoniales y los derechos sucesorios patrimoniales. De ahí que regule las relaciones sexuales de las que se puede derivar descendencia. Lo demás simplemente no le interesa porque no tiene efectos públicos. Es verdad que la ideología liberal de género ha penetrado también en el derecho civil y eso explica las corrientes recientes de intentar equiparar jurídicamente las relaciones homosexuales a las heterosexuales. Pero a pesar de todo, ningún ordenamiento jurídico europeo ha llamado a esas relaciones matrimonio, aunque les intente otorgar cierta protección jurídica que yo también considero justa dentro de ciertos límites".

Consideramos completamente inaceptable que alguien que se posiciona en contra del derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo, que considera a las personas transexuales enfermas y que describe el comportamiento  homosexual como compulsivo,  pueda pertenecer al Tribunal de Derechos Humanos europeo.

Se equivoca la Sra. Elósegui en todas sus alucinógenas y prepotentes declaraciones sobre estos asuntos, opinando de forma descadaramente dañina en contra de aquello por lo que pretende velar.  Ignora de manera alarmante la realidad de las personas LGTBI, y cae en grandes prejuicios que la convierten en atacante y contradefensora de esos Derechos Humanos.   Impresiona comprobar que una jurista, jueza y catedrática,  a la que se le supone un conocimiento profundo de las leyes y de la realidad social en la que vive caiga en tan profundo desconocimiento.
 
Quizá sería bueno explicarle a esta jurista que son precisamente los mensajes  como los suyos los que provocan que las personas homosexuales puedan llegar a padecer ciertas dolencias psicológicas.  Que son ese tipo de afirmaciones las que nos condenan a sentirnos enfermas, las que consiguen que miles de personas, en una situación de vulnerabilidad, se desarrollen y vivan sus relaciones de manera insana, socialmente menospreciadas, armarizadas, desconectadas de su entorno social, reprimidas, vapuleadas, atemorizadas, maltratadas por esa supuesta élite saludable a la que ella pertenece, las personas cisgénero y heteronormativas.   Son sus declaraciones las que alientan y justifican la LGTBIfobia que venimos siglos padeciendo, las que nos roban la libertad y la dignidad como personas. 

Ha quedado en completa evidencia, que para ser defensora de los Derechos Humanos le falta conocimiento, le falta sensibilidad, le falta empatía, le falta humildad, y le sobra prepotencia heteronormativa.  Ha quedado patente que su línea de pensamiento va en contra de lo que toda la comunidad LGTBI persigue desde hace décadas para conseguir la igualdad plena necesaria para defender su dignidad como personas, que es la normalización de la diversidad sexual.  Ha quedado claro que son las personas como ella las que inventan los armarios, alentando al que no cumple su idealizado orden sexual a que se introduzca en ellos si es que no sienten la suficiente fortaleza para enfrentarse a esas opiniones que evidencian la más vieja homofobia.  Y ha quedado de sobra demostrado que la Ley de Igualdad que actualmente se tramita en el Parlamento español es completamente necesaria y urgente, porque hay que educar para ampliar la mirada, la conciencia y la capacidad para comprender que la diversidad es un hecho, y así evitar que quienes nos tienen que defender no sepan de qué hablan cuando hablan sobre lo que defienden.
  
Es indignante y humillante que personas como la Sra. Elósegui ocupe un lugar en el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.

Desde aquí solicitamos y exigimos que esta señora sea retirada de su recién elegido cargo inmediatamente, y responsabilizamos al gobierno de Mariano Rajoy de ésta tan surrealista propuesta.  Desde hace meses nuestro gobierno viene defendiendo nuestra Constitución por otros asuntos:  Sr. Rajoy, empiece por los Derechos y Libertades fundamentales y saque de sus puestos de poder a quienes no saben defenderlos, o en cualquier caso, no les promocione. 

sábado, 20 de enero de 2018

Cultura de la violación

 

La última denuncia por la presunta planificación de una violación por parte de un grupo de jóvenes en Albacete nos hace pregúntanos: ¿Qué les pasa por la cabeza a estos tipejos? 

No es que quieran disfrutar del sexo, no.  Lo que parece que quieren es el dominio y el dolor de sus víctimas.  Se valen de la fuerza que les da el grupo y no tienen escrúpulos en utilizar la vida de una mujer para venirse arriba y ostentar y derrochar una violenta chulería del todo despreciable. 

¿Qué les pasa? ¿Acaso algunos se miran al espejo cada mañana, echan una mirada de orgullo a sus partes genitales y piensan en su pene como arma de destrucción masiva? Se les debe poner cara de todopoderosos y se dan el permiso para ir por la vida alimentando su patológico narcisismo sexual.

Seguramente tienen su autoestima por los suelos y para compensarla sacan sus penes a relucir. 

El caso de la muchacha de Albacete, amenazada por este grupo de universitarios es completamente dantesca.  Nuestras instituciones parecen que han reaccionado de manera contundente y apropiada:  la propia Universidad, Ayuntamiento, Comunidad Autónoma. 

Esperamos que la Justicia actúe con la misma contundencia ante un claro delito de amenazas con claros agravantes por odio: odio a las mujeres (ante las que seguramente se sienten una mierda, lo que son, y solo se les ocurre sacar su polla láser a relucir).  Esperamos que sea ejemplar, que este tipo de hechos tengan una respuesta justa y que sirva de ejemplo para otros animales machistas que campan a sus anchas permitiéndose la licencia de ir de caza por la vida. 

Desde Paro Internacional de Mujeres Cartagena denunciamos esta cultura de la violación, y esperamos no salgan impunes de esta declaración de intenciones tan grotesca e inaceptable.

¡Frenen esto desde las instituciones de Justicia, porque las mujeres no vamos a permitir más manadas!

viernes, 22 de diciembre de 2017

Reconstruyendo el portal de Belén...


Diciembre es el mes de la Navidad.  En nuestra cultura cristiana celebramos estas fiestas de gran tradición, aunque sin pararnos a pensar mucho en su significado.  ¿Qué celebramos?, nada más ni nada menos que el nacimiento de un supuesto hijo de Dios.  Sin entrar a valorar lo que objetivamente significa esto, vamos a repasar toda la escenografía en torno a este popular y sobredimensionado evento.
Al margen de la fiebre consumista, que tampoco entraremos a valorar, nos encontramos en estos días todos los espacios públicos y privados:  hogares, centros comerciales, calles, instituciones varias, invadidos con adornos de diverso material: abetos hasta arriba de lucecitas, lazos y bolitas llenas de brillantina (abetos, aunque sea en los desiertos de Almería),  guirnaldas, espumillones, muñecos de Papá Noël colgando en las ventanas, etc. Pero lo que más llama la atención es esa recreación, a modo de maqueta, dónde se reproduce la escena de ese momento:  el Nacimiento o portal de Belén…   
Bien…, todos sabemos cuáles son las figuras principales de esta representación:
* Hombres:  San José, los Reyes Magos, Poncio Pilatos, los soldados romanos, los pajes de los reyes, los pastorcillos que son los que van de visita, el ángel, y hasta el mismísimo hijo de Dios.
* Mujeres:  la virginal madre y alguna lavandera, que no deja sus quehaceres para ir a contemplar el milagro divino.


Es muy posible que cualquier mente curiosa e inquisitiva, en un lógico acto reflejo, se ponga de inmediato a funcionar, observe y pregunte muchas cosas contemplando tal recreación. Lo primero de todo es la constatación de que en Belén, hace 2017 años,  también tenían problemas con la paridad, mucho hombre y poca mujer. Y todo muy bestia, tal y como podemos comprobar en la actualidad: hombres matando niños, soberanos mandamases que actúan con completa irracionalidad, pobreza, actores principales masculinos… , incluidos los cargos reales (Melchor, Gaspar y Baltasar) y sus sirvientes, también masculinos.     Pero lo más impactante de todo es la virginidad de la madre de la criatura.  
Todo ello se celebra con algarabía y disfrute, con convicción, sin muchas preguntas…  En masa. Millones de personas se sientan  el día 24 y 25 de diciembre con sus familias y más allegados, y celebran esta conmemoración.   Muchos por tradición, y muchos más, con la certeza de que es una estampa maravillosa. No se entiende de otra manera, a la vista de las miles de maquetaciones del Portal de Belén, que durante estos días se levantan, se colocan, se diseñan, se representan (incluso en vivo).    Miles y miles de figuras de plástico, de barro, de cerámica, de hierro, de madera, compradas, heredadas, de fabricación casera…, guardadas durante años, durante generaciones o recién compradas,  inundan la geografía entera.  Miles de disfraces de virgen, de pastorcillo, de ángel, con los que se viste a los niños en los centros escolares y se les narra este acontecimiento, digamos…  de leyenda (me niego a llamarlo histórico)…    Y no sólo en España, sino en toda la cristiandad.  
Las tres figuras clave de esta escena son un hombre, una mujer y un bebé.  A la mujer se le ha negado la sexualidad:   queda embarazada de un ser espiritual.  Casta y pura. El hombre es tan solo un acompañante para protegerla, ella sola estaría desamparada.  El bebé, viniendo de un Dios varón, tiene que ser varón, claro. Y para rematar tenemos que la mamá de Dios, los angelitos y otros personajes (salvo el rey Baltasar), a pesar de ser todos de Próximo y Lejano Oriente, lucen blanco centroeuropeo, tan blanquitos, tan rubios, tan arios…Y por supuesto, tan hetero…, salvo la mujer protagonista, desexualizada, que no es más que receptora pasiva de la semilla divina, supuestamente varonil...
Toda una escenografía patriarcal, repleta de simbología de la masculinidad.  Y todos y todas sabemos el poder que tiene la simbología en el inconsciente personal y colectivo.    
No es necesario profundizar más en ello.  Reflexionen ustedes, reflexionen.  
¿Qué hacemos con esto?...
No me imagino a una feminista montando un Portal de Belén…
Que no, que no…, que no nos cuadra la cuadra…