En respuesta a la "no respuesta" del director de La Verdad.
Carta
abierta al director de LA VERDAD
La actitud del medio que usted dirige nos
parece vergonzosa, asquerosa, cínica, indigna, y de una desfachatez que está
justo en las antípodas de su profesionalidad periodística.
Y todo esto se queda corto para expresar
lo que hemos sentido al abrir su diario esta mañana buscando una rectificación
en la que se pudiesen disculpas a las
víctimas por el daño les que pudiese haber causado la desafortunada viñeta del
Tío Pencho publicada en el día de ayer, a la ingente cantidad de personas que
han mostrado su repulsa a la misma (no tienen más que bucear mínimamente por
las redes sociales para encontrar muestras de ello), y a la sociedad en su
conjunto por la falta su de responsabilidad frente a esta “lacra” social,
utilizando su jerga.
Resulta que entre todas esas personas que
ayer expresaron su rechazo se encuentra Óscar Urralburu, que también ha
interpretado la dichosa viñeta como una expresión banalizada de la violencia
machista y en la que se presenta a la mujer como la causante de las miles de
agresiones que se producen en la Región de Murcia cada año, que se supone que
era el tema que se pretendía abordar.
Pues como diría el Tío Pencho, vamos al
lío: con toda esa información, que cualquier periodista inexperto podría
localizar en media tarde, no se les ocurre nada mejor que usarla como arma
arrojadiza contra el líder del partido político que representa para ustedes el
enemigo a batir, algo que dejan muy claro con su actitud, obviando al resto de
ciudadanía. Y para ello dan una explicación cínica que ni ustedes mismos se
creen, eso si disponen de un mínimo de inteligencia, porque solo demuestra que
es una mera vuelta de tortilla para lanzar en contra de un partido político con
el que está claro que ustedes no comulgan.
Este acto es gravísimo, porque dan una
vuelta de tuerca más a su prepotencia, ahora usando la violencia de género como
un arma del llamado cuarto poder, ustedes señores de la prensa, contra un
partido político que no es de “su agrado”. Es decir, su sensibilidad con
respecto a la sociedad que supuestamente informan tiende al menos infinito.
Desde nuestra plataforma ayer les hemos
enviado una nota de prensa exigiéndoles una rectificación y aclaraciones, de la
que ustedes por supuesto no se han hecho eco, y a la que ni siquiera han tenido
la deferencia de contestarnos para darnos unas explicaciones que hoy demuestran
tener muy claras. Sí la han recogido otros medios a los cuales se la enviamos
también, como Cartagena Actualidad o ElDiario.es. Si les queda un ápice de
responsabilidad en su profesión de comunicadores e informadores pueden
comprobarlo a poco que miren en nuestras redes sociales, algo que al parecer se
les da genial. ¿O es que a las mujeres aún no nos consideran un enemigo a batir
con sus manipulaciones como a Podemos? Quizá sea porque en su bajeza moral y
cortura de miras no nos consideran lo suficientemente peligrosas y organizadas
como al partido político que adjetivan bolivariano. Por eso ven a la mujer murciana
como una paleta que no sale del ámbito doméstico, que es el único donde domina.
No ven que hay miles de mujeres luchando cada día por empoderarse y hacerse un
hueco igual que sus colegas masculinos dentro de esta sociedad patriarcal y
retrógrada.
Lo que sí que nos queda muy claro es su
machismo enraizado, porque ante el aluvión de quejas en el día de ayer de
mujeres, tanto individuales como desde colectivos, ustedes se lo han tomado
como una pelea de gallos: el dibujante Man, el político, el Director. Ninguna
mujer ha tenido el mínimo espacio público. No es que se les vea el plumero, es
que lo lucen con una desvergüenza impropia del siglo XXI.
Y una puntualización para acabar, en su
explicación caen ustedes en una patética incitación a la violencia, en un “a
ver quién da más”, vendiéndonos que lo que muchísimas mujeres y algunos hombres
no entienden esa filosofía del “ojo por ojo”. Hay una frase que una persona
mucho más grande que todos ustedes juntos ha promulgado y que se ha convertido
en popular, como respuesta a su paradigma violento. “Y el mundo quedará ciego”.
Y en un mundo ciego, la prensa escrita no tendría cabida. Así que vayan
haciéndoselo mirar no se vayan a quedar sin negocio, que visto lo visto es lo
único que parece interesarles.
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