martes, 14 de noviembre de 2017

Lamentable campaña contra la violencia machista



Como si no tuviéramos bastante con la que tenemos encima las mujeres, no ya solo en este país, sino en el mundo entero, solo nos faltaba que un partido político que gobierna lance esta campaña para luchar contra la violencia contra la mujer.
 
¿Lo más grande de Galicia?  Supuestamente lo más grande del mundo también, ¿verdad?  Por eso estamos como estamos, por eso la desigualdad campa a sus anchas, la violencia en forma de maltrato cotidiano en lo emocional, en lo físico, en lo económico…
 
A la legua se ve que esa cosa que pretenden “campaña contra la violencia” ha sido diseñada por un hombre machista.  De machismo paternalista…

Señores del PP de Galicia y de España en su conjunto, dejen de mirarnos como si fuéramos unas pobrecitas e idiotas. Enormes, eso sí: santas, virginales…, lo más sagrado.  ¡Es una visión tan patética!!  Y tan insultante…    Que no, que lo que queremos es que señalen al maltratador, a la bajeza humana de utilizar la violencia para controlar a otros seres humanos, pero grandes, enormes…, que hacen la vida más agradable y bella a los demás.  ¡Que no!  Que si quieren denunciar la violencia contra la mujer pongan fotos de tíos violentos, imágenes de la degradación humana del machismo, que nosotras solo queremos vivir en paz, que somos normales, ni grandes ni pequeñas,  ¡normales!, con todo lo bueno y todo lo malo que puede cabernos en nuestra diversidad como mujeres.  Que no somos un milagro de la naturaleza ni de Dios ni de nada.  Que solo queremos que millones de seres humanos, con el machismo transportado en su herencia cultural,  aprendan a respetar a otros tantos de millones de personas de sexo femenino.   Que ser mujer no es ser más grande que ser hombre, ni más pequeño.   Que lo que tenemos es un problema social y cultural que no va a resolverse con una actitud paternalista, que eso es seguir emponzoñando el asunto.  

¿Cómo hacer ver a nuestros dirigentes que esto no funciona?  Que no somos especiales, que los especiales son los maltratadores, los asesinos, la desigualdad.  Que ahí es donde hay que poner el dedo y señalar…   Que apelar a ese sentimiento de protección es dañino, que eso engorda a la bestia, no la mata…  Que esa imagen y ese mensaje reproduce el veneno… , tanto en ellos como en ellas.  

No somos grandes, no somos especiales, no somos patrimonio de la humanidad al que cuidar y proteger, ni monumento admirable.  Somos personas, y solo personas. 

Señalen a la bestia, y denúncienla.  No a sus víctimas creando una imagen vergonzosa de las mismas.  No necesitamos que convenzan a nadie de que dejen de maltratarnos, nos basta con que actúen de manera inteligente y justa.  Cumplan con sus obligaciones, que entre ellas está la de proteger a la sociedad en su conjunto, en este caso frente al machismo.  ¿Dónde está el machismo en su cartel?

Afortunadamente, somos las mujeres las que llevamos siglos tratando de protegernos de tan infame trato.  

1 comentario:

  1. Muy buen artículo, seguir en la lucha. Sois tan necesarias...

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