martes, 30 de enero de 2018

Patente Feminista

PATENTE FEMINISTA




SR. PEREZ-REVERTE, LE INVITAMOS A REFLEXIONAR EN SILENCIO COMO ACTO DE RESPONSABILIDAD 


LAS MUJERES CARTAGENERAS SE HAN CANSADO DE ESTAR CALLADITAS

NO QUEREMOS ESTAR MAS GUAPAS 


Leyendo al Sr. “Patente de Corso” una se pregunta qué mecanismos tiene la mente humana para retorcer la realidad, sobre todo si se trata de una realidad trágica, y uno no quiere enfrentarla porque le toca el ego de corsario y de género. 



Recomendamos leer al Sr. Patente de Corso antes de continuar leyéndonos a nosotras:  https://www.zendalibros.com/la-profesora-osaka/

Ahora sí vamos a hablar nosotras del artículo del Sr. “Patente de Corso”. En el mismo narra la historia de una profesora de universidad que analiza los cuentos de Disney desde una perspectiva diferente a la tontuna esa del Príncipe Salvador y la Princesa Apuros.  Un análisis que desconocemos, no sabemos si real o imaginario, si ha hecho de nuevo un ejercicio de imaginación como en sus novelas de aventuras o se trata de un análisis real, al que al menos habría que darle la oportunidad de tomar en serio.  En cualquier caso, no podemos entrar a valorarlo porque el Sr. Patente de Corso se dedica a mofarse del mismo sin darnos más detalles que los que entraron en la cabeza de su Manolo, el protagonista principal.

El caso es que la película que se monta en su artículo el tan renombrado escritor de aventuras es de traca.  Derrochando esa especie de ironía que en algún momento de su carrera fue inteligente y hasta hacía gracia, podemos comprobar que no se entera de varias cosas.

No sabe este señor, (que se lo explique alguien, por favor), que han sido y son millones las mujeres que a media noche han sido despertadas por sus maridos con ganas de juerga: que si un besito por aquí, que si un roce por allá, que si mira cómo me tienes…, y las pobres millones de mujeres:  que me dejes en paz, que quiero dormir.  Y los manolos de toda la vida, venga, si sé que te gusta.

Abuelas, tatarabuelas, bisabuelas, bisbisabuelas…, y hasta el infinito y más allá.  Cuántas historias podrían haber contado las mujeres de nuestra humanidad sobre el desagradable momento en el que estás plácidamente durmiendo y al tío de al lado se le ocurre que como anda desvelado y la energía se le ha ido a la entrepierna, se acabó el sueño plácido y a soportar 60, 70, 80, 90, 100 kg o,  los que sean,  encima de tu tranquilidad.

Siento que se entere que no todos los polvos que ha echado han sido bien recibidos, aunque le hayan puesto carita de “bueno, venga, va”.  Eso lo saben todas las mujeres del mundo mundial.

Pero lo grave es que no se entere que media humanidad ha estado abusando sexualmente de la otra media humanidad cuando le ha salido del pito;  que muchas son, afortunadamente, las “Princesas” que han dicho: “basta ya, mira que no, que te la casques contra el muro, por muy guapo y esbelto que seas, y por muy dura que se te haya puesto”.

Y aún peor, no se entera, que a día de hoy, hay una parte importante de especímenes de su género que no les basta un “mira que no”, sino que siguen y siguen, y que si no lo consiguen, siguen y siguen, y que si aun así siguen sin conseguirlo, utilizan la violencia.

Y para rematar, increíblemente ignorante parece el Sr. Patente de Corso, es que vivimos en la cultura de la violación y la violencia, especialmente ejercida contra las mujeres y las niñas. Y a él no le despeina el flequillo ni le resta un ápice de esa chulería pasada de moda para hablar en ese tono de algo que viene siendo un drama para las mujeres: el abuso sexual, la utilización de sus cuerpos, la educación estupidizante…

No le vamos a pedir a este ilustre cartagenero que comprenda y empatice con esto, pero haría un enorme favor a la humanidad si dejara de mofarse de lo que viene siendo una tragedia para esta parte de la humanidad, a la que nos quisieron dibujar como princesitas indefensas necesitadas de un príncipe besucón.
Es un hecho, inteligentemente analizado, que los cuentos de príncipes y princesas con los que han educado a nuestras actuales sociedades occidentales son una milonga, estafa, culturalmente intencionados, y que han provocado todo tipo de distorsiones de la realidad en cuanto a ser persona, ya seas hombre o mujer, tanto en ellos como en ellas.  Si no quiere verlo, que no lo vea, pero al menos que se informe y no hable de ello como si las mujeres estudiosas de tal asunto fueran unas locas, y los pobres manolos, unas víctimas.

Para finalizar le dejamos unas palabras de una mujer vecina de su ciudad natal, la trimilenaria Cartagena. Mujer a la que seguramente usted consideraría inculta, mema, patana, y hasta femininzi. Solo lo hacemos por si algún día usted se anima a sustituir sus gafas, esas con las que tanto mira al pasado, por otras nuevas que le permitan tener visión de futuro

“En mis años de estudiante no conseguí que me gustase la historia, porque siempre fui una soñadora; me gustaba imaginar el futuro, y no le veía mucho sentido a perder el tiempo en saber cosas que ya habían sucedido hace mucho tiempo. Crecí. Y me di cuenta de que la historia es importante, y tan importante! Porque de ella podemos extraer todo aquello que nos ha traído hasta donde estamos. Pero el crecimiento no apago mis sueños, seguí, y sigo, soñando con un mundo mejor, con aprender de los errores pasados, con evolucionar y deshacernos de todos aquellos comportamientos humanos que organizaron el mundo sin tener en cuenta a las personas, incluidas las mujeres como tal, sin los cimientos de un mundo feliz. Claro, que yo solo soy una Manola feminista que quiere conocer la historia para cambiar el rumbo, para que el devenir de la humanidad nos convierta en seres verdaderamente libres y felices”.

Manola

Y por cierto, ya está usted mayor para decir tantas tonterías, Sr. Patente de Corso.


1 comentario:

  1. ¡Aplaudo hasta con las orejas!.
    Qué necesario es el feminismo.

    ResponderEliminar